martes, 7 de agosto de 2012

Misceláneas de un viejo con parásitos


Cuando llegás a esta edad y te ponés delante de una hoja en blanco para escribir, pueden suceder dos cosas: que toque a tu puerta Jesica Cirio para ofrecerte una felación definitiva o que, muy por el contrario, se te aparezca Pedro Pompillo para ofrecerte una felación definitiva.
Habiéndome pasado lo primero, aprovecharé los minutos que en teoría me quedan de vida para dejarles mis impresiones sobre las cosas que están pasando:
-Que una nave haya llegado a Marte me importa tanto como saber si el perro de mi vecina leyó el último libro de Xavier Ferrer Vázquez o si La Mona Lisa está sudando caca. La nada absoluta. Creo que el humano debería descubrir, primero, que hay vida en la Tierra.
-El Moria Casan Gate es uno de los hechos más apasionantes que ha dado el país en la última década. Y el motivo de su espectacularidad se resume en algunas palabras que arrojan las crónicas de ese acontecimiento: “Vedette”; “Gabellano”; “juez paraguayo”;”Paraguay”; “joyero paraguayo”; “José Luis Chilavert”. Hermosura total.
-Trenes descarrilando. Seguir usando estos trenes nos coloca en el concierto de las potencias mundiales de adoradores de una lonja de mortadela. Volvamos a los caballos, ya que estamos.
-Palomas para niños carenciados en Córdoba. Hablan de las bondades del escaveche de paloma; yo aquí arrojo algunas sugerencias: ravioles de lagarto; consomé de pantera; ñoquis de caspa; empanadas de puma; y las siempre sabrosas costeletas de nutria, sazonadas con prepucio de foca.
-Los Juegos Olímpicos. ¡Ohhh, los Juegos Olímpicos! ¡Ohhh! ¿Saben lo que le faltan a esos juegos para llamar la atención de la gente como uno? Que la Reina compita en los 100 llanos y que se re contra petee a Bolt, al ritmo de algún temazo de Malagata, que le sobran.
Las otras noticias no importan. O si, pero lo cierto es que tengo una cuervo de bondiola que no se va a comer solo.
Y como dijo Jorge Luis Borges: “Bioy, chapame la bragueta”.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Consejos para no pasar una Navidad de mierda


Aunque algunos digan que si, la Navidad nos rompe las pelotas y los ovarios a todos. Cada año lo mismo. Si por lo menos se celebrara cada cuatro años, como los Juegos Olímpicos o los baños de Nahuel Mutti, pero no, todos los 24 de diciembre a la noche la misma cantinela.
En esta ocasión les acercaré algunos tips para que su fiesta navideña sea menos un suplicio y más un digno motivo de alegría. O que se le pase rápido.

-Vívala drogado. Es una gran opción, sobre todo cuando sus parientes llegan en modelos de autos más nuevos que el suyo o cuando evidencie un pelo de concha en la ensalada rusa que convida su suegra. Si bien cualquier droga es recomendable para cumplir con este punto, por una cuestión marquetinera se recomienda inyectar un turrón con naftalina, sidra con tuco y heroína, cigarros de lametas o muérdagos con gotitas de Sida.

-Saque novedosos temas de conversación. Cuando su cuñado, ese que es empleado en una Pyme de escarbadientes pero se cree el mandamás de alguna importante fábrica de sueños, le hable de lo fabuloso y extraordinario que es ser él, cambie el foco de la charla con frases como “el otro día me molestaba el ombligo, me miré y resulta que encontré el feto de tu hermano abortado”, “hay días en que tu hermana es muy tierna y me obliga a que cague en las cenizas de tu mami”, “si mis hijos se llevan materias, los violo. Se llevan todas, por suerte” o la infalible “cuando tomen un poco de más vamos al auto que te hago terrible petiso”.

-Sea innovador en la cocina. Lechón con rusa, asado con ensalada mixta, vitel toné, turrones, pan dulce, ensalada de frutas, lo mismo de siempre. Cambie y sorprenda a la familia. Destáquese del resto y elabore sabrosos platos, como comadreja a la mortadela con pelos de ducha, tallarines con gotitas de presemen, merca con ojitos o tumores salteados con brillantina.

-Asombre con los regalos. La característica principal de los regalos es la sorpresa. Para ello cuenta con un vasto universo de artículos que pueden encender la admiración de los regalados y lo catapultarían como macho alfa de la manada, muy por encima de su agónico suegro. Maraville con camisetas de El Porvenir sudadas y ricas en hongos, mapas de Yugoslavia, cuentas caducas de Favstar, la biografía de Martha Holgado o una réplica exacta de la silla de Stephen Hawking.

-El arbolito debe ser el alma de la fiesta. No importa el tamaño del pino, siempre y cuando su ornamentación haga retorcer de envidia a la asmática de su cuñada. Cuenta para ello con un arsenal de objetos que pueden cumplir con creces ese objetivo: fetas de fiambrín, cascotes, micas de Duna ’94, la piedra que le sacaron a la nona en aquella operación de vesícula, preservativos usados, aceitunas o caracoles.

Con estos cinco simples consejos ya está listo para pasar esa Navidad en familia que siempre soñó. Caso contrario, vuélese el tejado del cráneo con una AK-47 o hágase musulmán.

martes, 12 de julio de 2011

Manual del usuario para tirarse un pedo en la iglesia


Arranco estas líneas por el título, algo que generalmente está mal, sobre todos para aquellos que se hacen los bolcheviques de la construcción literaria. O para los fana de Arjona.
Lo cierto es que ya estoy obligado a enseñarle a usted, mi querido lector amigo, la forma correcta de proceder para expulsar un flato en algún tiempo religioso.
Antes que nada debo hacer ciertas salvedades. La primera es que lo que sigue hace referencia a cualquier tipo de templo; las reacciones que genere su sonoridad anal depende del credo que practique y, por lo tanto, las reacciones provocadas formarán automáticamente parte de lo posible. Por otro lado, los datos que esgrimiré han sido debidamente estudiados en mi organismo y todos los puntos a seguir fueron chequeados por las autoridades competentes.
En primer lugar, para lograr un determinado nivel de volumen en el interior de la casa del Señor, es necesaria una completa relajación. Para llegar a ella piense en un río, en Armando Tejada Gómez o en un masaje practicado –no sin cierto esfuerzo- por Pochito Perón.
A continuación, y luego de haber comido los alimentos que más favorecen a la expulsión de gases (lechuga con mortadela, helado de caracú, polenta con yogurt o la infalible boloñesa con dentífrico), se recomienda tirar la cabeza hacia atrás como si lo que quisiéramos fuera acercarnos a Dios con una plegaria. La función de esta maniobra es solamente para despistar a los más cercanos feligreses, ignorantes de los que le acontecerá en unos instantes.
Usted sentirá cómo las tripas danzan mágicamente en su vientre, reconociendo los espacios ocultos de su abdomen, jugando a tientas con la bilis del éxito y preparándose para ser el alma de la fiesta durante algún rezo.
El pedo ideal para este tipo de momentos no se lo elige: se lo reconoce desde un plano prenatural. La materia le dirá cuál es el elegido, aquel sometido a los más estrictos estándares fisiológicos de selección.
Es en ese momento cuando usted, presa de una epifanía intestinal sin precedentes, deja todo el trabajo a la baja musculatura que, experimentada en el acto de cagarse encima, hará todo el trabajo para usted.
Después de rajarse el orto de esa manera en un templo, su vida cambiará para siempre. O no.

La gente lo huele

Un dato clave: no dormirse en los laureles, saboreando el placer fisiológico. No, craso error. Lo que debe hacer es abrir bien los ojos, estar atento a lo que sienten los rezantes a su lado. Esperar la devolución.
Usted parió una criatura, hubo ruido, olores, comportamientos de su persona que imposibilitarán que pase desapercibido. Por ello, disfrute.
La cara de quien huele un flato ajeno es de una de las cosas por las que uno debe pasar en la vida. Pero no se deje avasallar por su éxito. Contemple en silencio, siéntase el más perfecto de los culpables. Vea cómo la vieja chupacirios que huele a talco indio intenta levantar un dedo hacia la nariz para mitigar su agonía. Advierta cómo el cornudo de adelante se revuelve en su asiento, prefiriendo arder en los mares de lava del Averno antes que experimentar tamaña experiencia sensorial. En líneas generales, cáguese en todo el mundo, sus entrañas lo merecen.

martes, 10 de mayo de 2011

Tres kilos y medio de vinagre

Para mojar la mañana de lágrimas o para romper su ordenador, les ofrezco una serie de datos clave para llevar una vida de profeta.

-La manutención de la pareja atraviesa caminos tan difíciles como aquellos que suponen el hacerle un cavado a una chancha en Noruega.
-Nicolás Avellaneda, ex presidente argentino, creía que si se mezclaban partes iguales de vino y gas licuado se podía obtener la materialización de la quinta división de Almirante Brown, equipo apto para el trabajo esclavo.
-Fuentes góticas del Ministerio del Interior indican que leer el padrón nacional completo no sería tan maravilloso.  Mejores cosas que ello, citan, serían unas vacaciones en Afganistán con una camiseta de los Lakers, o hacerle un cavado a una chancha en Noruega.
-Estadísticas de la Sub Comisión de Invasión a Países Sub Desarrollados Odontológicamente Hablando, del Club Gimnasia y Esgrima Juan Carlos Perón Usaba Boxer Para Dormir, sostienen que 5 de 10 encuestados serían la mitad del espectro consultado.
-La totalidad menos una de las listas que se presentarán en las próximas elecciones presidenciales serán completamente al pedo.
-El coito entre personas de diferente color alarga la vida la tercera parte de lo que dura el cansancio de los insomnes divido dos.
-La Tercera Guerra Mundial en verdad existió y se desarrolló en Palomar: fue empate técnico entre las Fuerzas Armadas de Chad y Futbolistas Argentinos Agremiados.

A la espera de que mi informante me entregue más datos del decenio humano como los que se desprenden en estas líneas, me despido porque me voy a hacerle un cavado a una chancha en Noruega.

domingo, 24 de abril de 2011

La verdadera historia detrás de las manos de Perón

La trama oculta sobre la desaparición de las manos del General. Los presuntos responsables que narró la historia, falsos. El por qué no hizo nada Super Hijitus. Toda la verdad, en esta nota.

El 10 de junio de 1987 despertamos –menos Perón, adepto a la siesta eterna desde hacía casi trece años atrás- con la noticia de que la tumba del ex presidente había sido profanada. Las primeras pesquisas revelaron que los profanos se habían quedado con una carta que la ex presidente y
también ex esposa, Isabel Martínez, le había dejado en el último lecho a su amado. Claro está que el hombre fuerte del justicialismo lejos estaba de poder entender el contenido de la misma, ya que con la muerte aparecen problemas sensoriales, como la perdida total de la visión y la recepción y comprensión de estímulos externos.

Sin embargo, el hecho más macabro lo marcarían sendas amputaciones en el Primer Trabajador: habían desaparecido las manos, cercenadas a la altura de las muñecas.


Una gran conmoción sacudió al país. Los medios daban furibundas hipótesis: que detrás del suceso estaban la logia P2, las Fuerzas Armadas, Carozo y Narizota, un precavido Daniel Scioli y el mismo Perón, versión esta última descartada cuando pasó el efecto del LSD de quienes impusieron la conjetura.


Pero 24 años después, la verdad sale a la superficie. El manto de humo y polenta que se cernía sobre el caso fue disipado por el rigor de la realidad: Perón, desde su nacimiento hasta el día en que se descubrió que su cadáver estaba mutilado, jamás tuvo manos.


Los chicos lo cargaban, un futuro gobernador lo idolatraba, sus padres ahorraban en relojes y guantes, pero Juando (como lo conocían sus compañeros del Club Atlético Ñanchú, un reducto dedicado a adorar a chanchos y ñandúes por igual) no se amilanó y decidió ponerle la cara a la desgracia. Sonándose los mocos como podía logró llegar a la presidencia, no antes meter el muñón en varias nalgas conservadoras.


Así y todo, imposibilitado de hacer palmas en ningún carnaval de pueblo, los fabricantes de alicates se dieron cuenta de que su negocio podía entrar en peligro si las nuevas generaciones se provocaban amputaciones voluntarias, tomando como ejemplo la vertiginosa carrera de Perón. Sin pensarlo demasiado, le bancaron unas largas vacaciones de Madrid, el boleto de vuelta luego de ellas y el cajón auto violable, el que usó en su última morada.

En toda la vida, Perón jamás fue socorrido por Super Hijitus, básicamente porque el héroe creado por García Ferré, jamás pudo superar los límites de una pantalla, acotándose su existencia a la merienda de los educandos.

Regalándoles de esta manera un pedazo de verdad, los dejo, no sin antes aclararle que toda esta información no ha sido chequeada como lo proponen los manuales de estilo de los diarios Clarín y La Nación. Cualquier error de apreciación, deberá ser disculpado a la luz del poco apego a la verdad, aunque no a las formas, que guarda este espacio.

sábado, 23 de abril de 2011

La Pascua contranatura de Ubaldini

¿Magdalena era puta o no? That’s the question, pero bien que recibía cumshots todos los viernes.
Una vez le tiró la goma a Saúl Ubaldini, pero el negro estaba en un época en la que creía que le gustaba la japi, pero al final no. Para ello tuvo que hacerle un pete a la susodicha puta Magdalena en un telo de Burzaco, con velas prendidas, sandías prendidas y música tecno reproducida en una alcachofa bluetooth. *
Pero no todo lo que reluce es oro, dijo un hippie con cara de foca mientras bailaba la macarena, los calzones con palometa, con un babuino de papel maché. Lo que tenía Ubaldini en su interior no era otra cosa que un cáncer de magdalenas con dulce de cajeta. Había un aire tenso en el cuarto y se tuvo que fumar un brazo para amortiguar el impacto psicológico que siempre trae garcharse a un brontosaurio con cáncer de magdalenas de dulce de cajeta. **

*Fragmento escrito por @arrukutumba
** Fragmento escrito por @Desgarrateur

viernes, 22 de abril de 2011

Oda al pezón


 "A mulatto / An albino /
A mosquito / My Libido
Yeah."
(Rubén Rada)


Hieren los recuerdos de aquella noche
fantasmal.
Sólo tengo la imagen del pezón;
Presidente
De la Nación.

Oda al pezón, lúgubre,
fratachos de empalme premolar.
Duros de
Sida
Cáncer
Sambayón,
ahí van los granaderos y
Don Ramón.

 La fuga en el terciopelo
del día,
en el arroba peronista
de mi columna vertebral.

Lloran a los gritos
los gatos
los perros
putos
de Estela Raval.

Por esa razón,
enhiesto,erguido,
tieso,recto,
enderezado, garboso
y rígido,
de todos ustedes,
el pezón.